Saúco

Saúco (sambucus nigra)

Originario del hemisferio norte el saúco es un gran arbusto, de 2 a 5 metros de altura, muy ramoso, caducifolio de porte erguido, con ramas jóvenes arqueadas y copa redondeada y densa. Florece entre mayo y junio, su polinizadora principal es la avispa; la médula de las ramas es blanquecina; su corteza pardo-agrietada es parecida a la del corcho; las hojas, opuestas, presentan bordes aserrados y sus frutos son bayas carnosas de color azul-verdusco que maduran en agosto y septiembre. Se trata de una especie muy extendida en nuestra zona. La madera es frágil y como combustible, mediocre. Prospera en la ribera del Esla, en setos y cercados vegetales, siempre en lugares frescos.

Los usos del saúco son muy variados; se multiplica tanto por semillas (difícil por las complejas condiciones de letargo) como por estaquillas (método más usado para restauración de riberas); los frutos sirven de alimento para un número amplio de animales. La corteza de ramas viejas es apta para teñir de negro la lana. Las corolas blancas, separadas del resto de la flor, se emplean para aromatizar vinos, vermuts y licores; en Italia se consume un licor a base de saúco denominado sambuca. Las ramas, quitada la médula, se utiliza para hacer cerbatanas, flautas y silbatos. Se usa como repelente de moscas y mosquitos: el follaje se ataba al caballo para evitar moscas en el camino. Los frutos maduros son laxantes y la decocción de la corteza se usaba contra la cistitis, la nefritis y la litiasis urinaria. También es una planta ornamental y protectora (antiguamente se plantaba junto a la vivienda para poner a los moradores bajo su cuidado).