NEOLÍTICO (desde 5.000 a. C.)
Al finalizar la última glaciación hacia el año 9.000 a. C., el hombre comenzó a vivir en poblados semipermanentes. En la península Ibérica el Neolítico tiene su punto de partida hacia 5.000 años a. C. Fue tan importante el cambio que se generó durante esta fase que los historiadores hablan de la revolución neolítica. ¿Qué cambios caracterizan la nueva etapa?
Los trabajos de piedra se comenzaron a hacer con la técnica del pulido no por percusión como en el Paleolítico. Al asentamiento de Los Arreñales de finales del Neolítico y comienzos de la Edad de Cobre o Calcolítico (entre el 3.500 y el 2.500 a. C) pertenecen vestigios de industria lítica y de cobre recogidos también por José María Pérez Carbajo como alisadores (foto 5 a, b, c, d), las hachas pulimentadas (foto 5 e, f, g, h), hachas calcolíticas (foto 6 a, b, c, d). Las herramientas pulidas las utilizaron con mangos de madera: hachas, martillos, azadas…
La domesticación de los animales que tenían más próximos: perro, oveja, vaca, burro, gallina, gato, pato… para aprovechar su carne.
La agricultura: el control de semillas parece que surgió de forma independiente en varios lugares de nuestro planeta; se va pasando paulatinamente de la simple recolección a la agricultura que significó una gran variedad en la dieta humana; se dio una renovación general del utillaje, por ejemplo el mortero (foto 6 e, f) para la molturación de granos con el fin de obtener harina; la agricultura permitió una mayor densidad de la población humana. A una sociedad depredadora le sucedió otra productora.
La cestería: elaboración de cestos y canastas tejidas con ramas flexibles (juncos y mimbres) para utilizar como recipientes o depósitos de las cosechas.
La cerámica o alfarería: a partir del modelado y trabajo de arcilla húmeda se elaboraron recipientes como vasijas, platos, vasos, ollas… En un principio se secaban al sol y posteriormente se sometían a una cocción en hornos primitivos: hoyos con fuego encima; es decir: el hombre del Neolítico utilizó el fuego para otros menesteres distintos de los anteriores. Por otra parte la rueda aplicada al torno ayudó a confeccionar objetos.
La vivienda: la agricultura era una actividad que requería mayor dedicación y tiempo de trabajo que la simple recogida de frutos; obligó a la especie a hacerse sedentaria; fabricaron sus viviendas permanentes con arcilla, palos y paja; nacieron los poblados de grupos humanos estables como este asentamiento neolítico de Los Arreñales.
La familia: al tener una morada fija e individualizada junto a rebaños y campos de cultivo se afianzó la familia.
El comercio: poco a poco aparecieron diferencias entre los que tenían más y los que disponían de menos; se intercambiaron excedentes que no se consumían por otros bienes como cerámica de más calidad o mejores vestidos. Fue el inicio de las diferentes clases sociales en los primeros poblados sedentarios.
Una autoridad surgió dentro de la aldea neolítica para regular los problemas de convivencia y para encauzar los trabajos comunales: cercados, graneros, acequias, construcciones funerarias o religiosas. La autoridad la ostentarían los más ancianos.
Los dioses benignos o malignos fueron aquellos que beneficiaban o perjudicaban el desarrollo de las cosechas y la protección de su ganado: el sol, la lluvia, la tormenta, el viento… Para hacerlos favorables les rindieron culto y les presentaron ofrendas regularmente; surgieron las personas que dirigían las ceremonias religiosas (ritos de siembra, de recolección…) que siendo sagradas eran a la vez fiestas populares.